En la medida que transcurre el tiempo se hace más evidente la falta de ética en las personas que integran el proceso educativo, parece que se hace difícil cumplir con todos los principios que esta ciencia determina, pues la mayoría realiza acciones para su propio beneficio, sin pensar en los demás. Gran cantidad de docentes imparte las clases para obtener un sueldo o simplemente por cumplir con las obligaciones y no se da cuenta que el debe ir construyendo en los estudiantes habilidades y conocimientos propicios para un desarrollo. Y los estudiantes solo asisten a los centros educativos para pasar y más adelante obtener un título profesional, no estudian, ni realizan las actividades asignadas, es por eso que no adquieren ningún tipo de aprendizaje. Estos dos entes, protagonistas del proceso educativo, tanto docentes como estudiantes, prefieren vivir una vida, donde la honestidad, la honradez, el respeto y la solidaridad desaparecen de sus vidas, dando paso al facilismo y la comodidad, es decir, vivir sin ética.
Quizás las personas prefieran vivir sin ética, y no tomar en cuenta los principios morales establecidos, muchos estarían contentos; pero sería un grave error. Allí si comenzaría una verdadera agonía. Por eso, es momento de que cada ser humano tenga voluntad y cumpla cabalmente la moral implantada, ser partícipe de cada acción, con el cumplimiento de la ética, podría ser un gran paso para vivir en paz sobretodo unidad.
Autor: Lucindo Cordero
No hay comentarios:
Publicar un comentario